254 BOLETIN DE LA ACADEMIA GALLEGI
de a caballo, y embarc?ndose en una galera, huy? cobardemcnte
con rumbo a Oporto.
Noticioso de esta hu?da D. Enrique, levanta el sitio de Za
mora,`deja el camino de la Coruna, atraviesa el Mi?o,por entre Tuy
y Salvatierra y entra con sus gentes en Portugal llevando ,la devas
taci?n por todas panics y arrasando cuanto encontraba a su paso.
Esta guerra, tan dura y porfiada, y tan desastrosa para los portu
gueses, termin? con, las paces. de Alcout?n, firmadas .el ?ltimo d??
de Marzo de 1371.
En virtud de este tratado, la Coruna, despu?s de permanecer
dos alias bajo el dominio del rey de Portugal, fu? nuevamente in
corporada a la Corona de Castilla.
Como dejamos explicado, el rey D. Fernando I de Portugal,
despu?s de haberse posesionado de Galicia y de varias ciudades de
Castilla, fund? las f?bricas de moneda de Tuy, Milmanda, Zamora
y Valencia de Alc?ntara, y utiliz? la que de antiguo 'se hallaba cs
tablecida en la Coruna.
Puso luego en ellas el' personal necesario para su mejor fun
ci?namiento, y mand? acu?ar en todas, monedas de oro, plata y ve
ll?n de la misma clase y con los mismos nombres de las quo co
rr?an en Portugal. As? consta en ,la citada Cronica de Fern?n Lo
pes, cap. XXVIII, donde se lee: ?Elle (e1 Rey) mandou fazer mo?d?
de seus sinaes, douro e prata e graves e barbudas em alguns loga
res que sua voz tomarom, , assi como em ?amora e na Crunha, e
em Tuy, e em Valen?a, e em Milmanda; e pose em ellas seus tesou
casi todos los caballeros de su Corte y de su Consejo eran gallegos. < Entre
ellos`cu?ntanse tres grandospersonajes naturales de la Coru?a: D. Nuno
Freire de Andrade, Maestro de la Orden de Cristo, y D. Juan'Fern?ndez die
Andeiro, conde de Ourem, ya mencionados; y un jud?o llamado D. J)avid
de la Coruna, D. David de Due?as o D. David Negro, cuyo jud?o servia si
mult?neamente a los reyes de Castilla y de Portugal. En nuestro pals era
arrendador de rentas reales, armador de naves en la Coruna, etc., y en
Portugal uno delos grandes privados del rey D. Fernando,
Don David descubri? una conspiraci?n urdida por la reina D. Leo
nor para ases?nar a su yerno D. Juan I de Castilla, quien, debido a aque
lla circunstancia, pudo salvar la vida: Do?aLeonor, en castigo a su trai
ci?n, fu? encerrada en un convento de Tordesillas, donde muri?.
El rey D. Juan recompens? la lealtad de D. David, nombr?ndolo
Arrabiado Mayor del reino de Castilla.