240 $otelin de ,la. Real ycademia :Gallega,
La biograf?a detallada de ,nuestro Patriarca D. Manuel Murgu?a
?a qu? y para qu??
Unos datos escuetos y unas cifras num?ricas no dicen todo lo su
ficiente, por lo secas e inexpresivas. Fu? lo que todos saben . y nadie
ignora. Fu? ante todo un cerebro privilegiado y una alt?sima mentali
dad. Fu? un artista de la pluma, un gran estilista, para quien no ten?a
secretos la prosa en su m?s terso casticismo, en sus m?s afiligranadas
maravillas. Escribi? versos muy inspirados y p?ginas literarias bell?si
mas e irreprochables que suenan a m?sica y se leen con admiraci?n.
En sus a?os juveniles ocup? puestos preeminent?simos en los principa
les diarios que entonces se publicaban en Madrid. Hizo con su pluma,
siempre ?gil, brillantes y memorables campa?as. Fu? novelista, poeta,
literato, cr?tico, epigrafista, arque?logo, historiador, erudito, bibli?filo,
pol?grafo
Pudo en sus a?os mozos llegar a las cumbres de la pol?tica, y se
empe?? en ser un simple sabio y un sencillo historiador. Su contextura moral era demasiado pura y demasiado ?ntegra para que pudiese some
terse a las exigencias de la pol?tica espa?ola al uso. Pudo ser mucho y
no quiso ser m?s que lo que fu?: un hombre de su pueblo, entregado a
su pueblo en cuerpo y alma, sin mixtificaciones ni reservas, porque el
nombre de Galicia lo era todo para ?l; y as? vivi? y as? muri?, siendo
?nico, hasta que la Silenciosa lo hizo carne de inmortalidad.
Pas? por hura?o y arisco y era la misma sencillez personificada y
era la afabilidad hecha dulzura. Lo que hay es que su esp?ritu superior
y refinado se rebelaba contra todo lo que no fuese justo y contra todo'
lo que significase engreimiento de la mediocridad vulgar y atrevida.
Presidente de la Real Academia Gallega desde que esta Instituci?n
hubo de fundarse, a ella vino consagrando la acci?n protectora de su
alta mentalidad, prest?ndole en todo momento la sombra amparadora
y ben?fica de su nombre ilustre y glorioso.
Y despu?s de una vida de m?s de setenta a?os de infatigable labor
literaria e hist?rica, toda ella fruct?fera para Galicia, D. Manuel Mur
gu?a muere pobre Y esta p?gina desconsoladora y negra de nuestra
historia contempor?nea, demostrar? una vez m?s que las figuras preemi
nentes de Galicia, las que son alma, nervio y orgullo de la raza, nece
sitan pasar a la eterna mansi?n de lo desconocido para dejar de ser
olvidadas y abandonadas ?A qu? precio se gana la gloria en nuestra
tierra!