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BOLETIN DE LA REAL`ACADEMIIA GALLEGA 131
s Con esto, su autoridad fue creciendo a medida que eran co
nocidas sus publicaciones, y su colaboraci?n era solicitada por
? las primeras entidades cient?ficas de su especialidad, de muchas
de las cuales fue elegido miembro. Los colegas lo visitaban en
su casa, lo invitaban a reuniones y congresos, lo consultaban
por carta, y el nunca dejaba de responderles, con una puntua
lidad que hac?a honor a su cortes?a
Una cortes?a liana y natural, igual para todos, sin distincio
nes, lo cual le atrajo la amistad de innumerables personas. Gus
taba de la conversaci?n, :y tuvo siempre`alguna tertulia de amigos,
bien en alg?n lugar de reuni?n, bien en su casa, especialmente
durante alguna larga enfermedad que en ella lo retuvo; ?ltima .
mente su tertulia preferida era en el Parque de San L?zaro, en
las tardes apacibles o en las desapacibles, porque era tan apegado
a sus. costumbres, ?que' no, las abandonaba un solo d?a. Era un
sedentario t?pico, de . tin constante ritmo de vida, pero siempre
sociable, aunque hac?a muchos a?os'que, en realidad, estaba un
tanto, recluido y un tanto lim?tado en sus relaciones. Siempre
le gust? la compa??a de la juventud; ejerci? algunos a?os la
ense?anza privada, y sus alumnos conservaban grat?sima me
moria de sus lecciones, de las que sacaban verdadero provecho,
y muchos de ellos lo visilaban con frecuencia. Incluso s? des
pacho de la Delegaci?n de Hacienda era centro de reuni?n.
Lo cual no mermaba su aplicaci?n al tra.bajo, porque tam
bier' fue modelo como funcionario, cuniplidor estricto, siempre
bien dispuesto para los que acud?an a su negociado, cabal en
todo, dej? tambi?n envid?able' memoria en este aspecto.
Aparte de su cargo oficial, de su actividad cient?fica y de
su trato social, Florentino L. Cuevillas era, como ya dijimos,`un
literato, no s?lo un b?en conocedor, sino un notable escritor en
gallego y en castellano. No muy abundante en su obra, reducida
a art?culos, pero altamente valiosa, merecedora de ser recogida.
Trat? principalmente temas de Galicia, de su vida y de su esp?
ritu, recuerdos de otros tiempos, cr?tica literaria y de arte, cr?
tica de las ideas y de las costumbres. Muchas de las tendencias
actuales, y especialmente las m?.s acusadas manifestaciones del
arte actual, no obtuvieron su simpat?a. Vela las cosas de otro
modo, y en este sentido defend?a In pintura actual de Galicia.
(Colmeiro, Maside, Prego... Failde, en escultura) y las ?ltimas
producciones literarias. En general, y inirando para el mundo,