joletln de la Real 5kcademia. Gallega 107
excede de 6 de altura; cuya ruda obra, acusadora?del genio emprendedor
de sus 'autores, est? formada por esf?ricos pe?ascos gran?ticos de los que.
el frontero monte ofrece en abundancia, present?ndosenos por ello como
construcci?n de car?cter ciclopeo.
En la d?rsena as? dispuesta, existe oculto bajo gruesa capa de arena,`.
un amplio embaldosado de gtanito, con declive hacia el mar, a manera
de cala seca o varadero de carenas, circunstancia bien significativa por
cierto, y, caso extraordinario, en el primer tercio de este robusto rompe
olas, se conserv? hasta nuestros d?as una fuente que una gran galerna ha
destruido, lo cual nos recuerda que en los establecimientos n?uticos de los
fenicios, seg?n Berard, era esencial?sima la provisi?n de aguada y a ello
al?dese en varios pasajes de la Odisea.
Sin esa gran obra defensiva, no podr?a subsistir la parte m?s baja del
pueblo que llega a la playa, porque las olas romper?an all? y lo barrer?an
los d?as de tempestad, y como precisamente . en esa zona fu? donde . se
descubrieron varios de los restos de construcciones con material y mone
das romanas, as? como las pesquer?as a los latinos o a sus antecesores de
bidas, esto es m?s que un indicio, una demostraci?n inconcusa, aunque
otras no tuviesemos, de que por aquellos remotos tiempos ya se hab?a
llevado a cabo la escollera.
El mismo hecho de haberse formado un puerto artificial a costa de
los inauditos trabajos que para tales tiempos supone esta obra hidr?ulica,
en la entrada de una segura r?a, en la cual precisamente se encuentran
magn?ficos abrigos y fondeaderos naturales, con entrada franca y resguar
dados'de todos los vientos, sin m?s que internarse un poco en ella (que
bien supieron aprovechar los romanos, defendi?ndolos con sus castra es
tativae), estanos acusando como autores de la empresa, a gentes que ten?an
por sistema, escoger para sus establecimientos n?uticos el extremo de
cabos muy salientes, que adem?s reuniesen la especial condici?n, seg?n
en Bares ocurre, de hallarse en pen?nsulas de f?cil defensa por la parte de
tierra y a?n de contar con alguna isla cercana. Si no fuese por esta causa,
es decir, por seguir una pr?ctica peculiar de los primitivos . mareantes
mediterraneos, que respond?a perfectamente a sus prevenciones y forma
de navegar, ?c?mo iba a ocurr?rseles el absurdo de acometer obra tan
costosa y de ejecuci?n muy, lenta, en la m?s desabrigada ensenada de la
r?a, cuando la naturaleza ?repetir? les daba todo el trabajo he?ho con
solo penetrar algo m?s en la magn?fica bah?a, considerada por el ?Derro
tero? oficial como la m?s segura del Cant?brico?
? Veamos sino un caso semejante de que nos habla V?ctor Berard en
su repetido libro Los fenicios y la Odisea. ?Los puertos primitivos ?escri