3 , BOLET?N DE LA ACADEMIA GALLEGA 1
postelanos dicha facultad sin ninguna clase de restricciones ni li
mit?ciones, es decir, sin la menor intervenci?n real.
Pero el privilegio de nada de esto habla en concreto. Unica
mente dice ?entre oiras particularidades que si el Obispo y
can?nigos lo creyesen conveniente y de m?s utitidad, puedan altee
rar o variar las inscripciones de los troqueles, cosa muy distinta
a la de la conoesi?n de acu?ar moneda librent,ente.
? En prueba de lo dicho, y para la mejor comprcnsi?n y divulgaci?n del docutnento, lo reproduciremos aqu? ?ntegramcnte en len
r guaje castellano.
Dice as? :
?En el nombre de Cristo. Yo, Alfonso, por la gracia de Dios ?
Hey del Imperio Toledano y magn?fico triunfador, juntamente con
tni amad?sima esposa la Reina Isabel, aunque oprimido de la in
genle mole de mis pecados, pero, no obstante, confiado en la mise,
ricordia die Dios omnipotente, por cuanto deseo granjearme por los
bienes terrenos los celestiales, y por los perecederos los eternamente
durables, hago esta escritura testamentaria de donaci?n a la igle
sia del bienaventurado Ap?stol Santiago (cuyo venerable cuerpo y
patrocinio es implorado en Compostela por todas las partes del
mundo, y con innumerables milagros se c?mprueba' que est? all?
verdaderamente) de toda la moneda que all? se fabrica, con todo
el producto que de ella provcnga, para que con esto pueda conti
nuarse y terminarse la comenzada obra de la Iglesia del Ap?stol;
y despu?s de tcrminada, se invierta en los usos y ?ecesidadcs de
la misma, sin participaci?n ni presi?n alguna laical o seculan
? As? como Yo la tuve libre e Integra, sin divisi?n alguna, ni
viciosa costumbre, as? la 'doy y concedo para los usos de la sobre
dicha Iglesia, por mano y. cooperaci?n del Obispo Don Diego II
y de sus Can?nigos, a fin de quo, seg?n a ellos mejor pluguiere, o
seg?n que do ella pudieren sacar Inds lucro, procuren sublevar las
necesidadcs de la obra comenzada, y despu?s de conclu?da con
tin?en para siempre expendiendo todo su product? en ornamentos
y reparos de la misma Iglesia.
?Y porque todos los falsilicadores de moncda de mi Estado
suclen siemprc arrojar el crimen de falsedad sobre los monederos
dc Compostela quiero ?si al Obispo del mismo lugar con el. con
sejo de los Can?nigos pluguicre, conocicndo asimnismo que en ello