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iolel?n de la Real Academia Gall?ga 337
presente trabajo. Por la autoridad de quien lo mand? labrar y por la Cali
dad del edificio que lo ostentaba, es este monumento heraldico, 'expuesto
a la contemplaci?n de todos, el en que debieran haberse inspirado los que
se ocuparon de las armas de la Coru?a, pues el hallarse en aquel lugar
como indicador del emblema local, y rodeado de tales circunstancias, le
daba toda la fuerza necesaria como modelo, tipo o patr?n para cuantos
otros pudieran esculpirse o dibujarse. No sucedi? asi sin embargo, lle
gando hasta a darse el caso de que el ilustre Vedia, que con tanta atenci?n
examin? personalmente el mencionado escudo, incluyese las seis veneras
al describir la divisa herculina.
Pero el blas?n que adornaba el frente de las demolidas Casas Consis
toriales, no es eI ?nico que contiene las siete conchas. Existen aun, por
fortuna, y para comprobaci?n de lo que estamos hablando, otros dos,
abiertos en duro y fino granito, y que gozan del mismo car?cter oficial
que el anterior. Ambos son de mediados del siglo xvlu, y, por. lo tanto,
posteriores al del Ayuntamiento viejo en mas de cien a?os, lo cual
demuestra tambi?n la persistencia y uso no interrumpido de las siete
veneras durante, por lo menos, todo aquel tiempo.
H?llase el primero en la hermosa fuente de N?ptuno situada en el
centro de la Plaza de Santa Catalina, cuya fuente fu? construida por orden
y con? fondos de la ciudad en la citada ?poca.
El otro escudo aparece sobre el dintel de una ventana del segundo
piso de la Casa Capitan?a General, en la que cae sobre la puerta de entrada
a la Audiencia: Bueno ser?. recordar, que este edificio es el Palacio de
nuestros antiguos Virreyes, y de consiguiente, quien hizo fijar en ?l las
armas de la Coru?a, bien sab?a cuales eran ?stas, y no hab?a de consentir
que fuesen esculpidas otras distintas de las verdaderas (t).
Tres, son, pues, los escudos oficiales que se conservan conteniendo
las siete conchas, y sin embargo, nadie los sigui? ni tom? como modelo.
Mas f?cil que investigar y comprobar, es el copiar de otros, y esto es lo
que hicieron los diversos autores que escribieron del asunto estampando
los errores de los que les precedieron, cuando no a?adieron a ellos otros
nuevos. Pero como ya hemos dicho que sin la debida autorizaci?n real
no pueden introducirse variaciones en los escudos, mientras esta no se
obtenga, siete veneras ser?n siempre las que adornen el de la Coru?a, sea
cualquiera el n?mero de ellas que a heraldistas poco escrupulosos y a
(i) Aunque al principio del trabajo decimos que en los edificios del Estado no se
ponla el escudo de la Coru?a, t?ngase presente que el de la Capitan?a General lo construy?
Galicia a su costa, y era propiedad suya. El Estado lo usurp? despu?s a nuestro Reino.