BOLET?N" DE LA REAL ACADEMIA" GALLEGA 221
rante el acto cant? un coro integrado por monjes educandos, que inter
pret? varios laudes escuchados con religioso sentimiento.
?Qu? ha sido del hist?rico monasterio, exaltado por el P. Feij?o en
muy emocionada y elocuente ?Dedicatoria? ? Muy conmovido exclam?:
?Desde ? laedad de catorce a?os, no del todo ' cumplidos en que me
introduxo Superior llamamiento por sus " sagrados umbrales, ' hasta la
hora presente, me ha estado siempre lloviendo beneficios, mas siempre
contar? por el mayor de todos: la ense?anza que deb? 'a esa ilustre
Escuela de Virtud, Teatro donde se desenga?a de los errores del Mundo...
?C?mo no sentirse profundamente consternado ante el siniestro que
destruy? el monasterio, a causa de una terrible explosi?n?
?Todo el interior de la famosa abad?a ha quedado reducido a escom
bros y cenizas, y desaparecieron para siempre las riquezas espirituales
que conten?a. Entre las principales la famosa biblioteca donde se custo
diaban los manuscritos del P. Feij?o y aquella celda del insigne pol?grafo,
donde nosotros hab?amos penetrado como en un sagrado 'cenobio, 'el
inolvidable d?a 24 de agosto de 1947.
Del hist?rico monasterio s?lo se salv? La iglesia y ?nicamente
quedaron las paredes. Parece que todo podr? restablecerse en lo que fuere
de orden arquitect?nico para rehabilitar su religioso servicio, y a ello
deben cooperar eficazmente, atentos al dolorido llamamiento del ilustre
abad de 'Somos Fr. Mauro G?mez Pereira, todos los espa?oles y cuantos
sienten devoci?n por la memoria del santo monasterio.
Pero hay algo que no' podr? volver a la vida. A causa de la explosi?n
result? muerto el novicio Daniel Fern?ndez, que con desprecio de, todo
peligro se lanz? valeroso a salvar, al P. Benito Gonz?lez, ya envuelto
en llamas.
En las ceremonias efectuadas en la referida ocasi?n al inaugurarse el
monumento aI inolvidable autor del ?Teatro Cr?tico? fijamos principal
mente la atenci?n en aquellos muchachitos que con la palidez de su reco
gimiento simbolizaban almas nuevas, volando hacia gel infinito.
As? era ? el, novicio que las llamas abrasaron en el incendio del
monasterio.
Todos se han lamentado justamente ante el profundo espanto que
produjo 'cl incendio ' de la abad?a, pero yo confesar? que ' he sentido
extraordinario dolor ante la desaparici?n de aquel ?ngel que ya no
podr? volver a la tierra y que Dios habr? acogido, en su eterna piedad.
Y ; cuando el monasterio se restablezca de nuevo es de esperar que
se evoque su memoria con cari?osa dedicatoria a
?Daniel Fern?ndez, novicio de esta. Santa Abad?a,
h?roe y m?rtir? .
MANUEL CAS.\S FERN?NDEZ
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