iDoletln de la Real %lcademia Gallega 217
y tres a?os, es a su juicio tan moderna que parece escrita en nuestros
d?as.
Di?se lectura a unos versos gallegos, muy hermosos y muy sen
tidos, del merit?simo escritor D. Eugenio Carr? Aldao, autor de intere
santes libros, recordando los tiempos en que fu? compa?ero de las
amarguras y testigo de los triunfos del venerable anciano, de quien
dijo?se puede afirmar que ha guiado al pueblo gallego a la tierra
de Israel.
D. Amador Montenegro Saavedra, nuestro distinguido compa?ero,
ley? un bell?simo soneto suyo, escrito tambi?n en gallego y dedicado
al Sr. Murgu?a, al que califica de glorioso artista de nuestra Historia
El gran poeta D. Ram?n Cabanillas deshoj? las flores de su alt?si
ma inspiraci?n en un soneto, admirable como suyo, que fu? magistral
mente le?do por D. Jos? Rodr?guez de Vicente y que es un fervoroso
saludo al que con sus libros de oro puso los cimientos de la Galicia
nueva.
Cerr? el acto memorable el sabio profesor D. Marcelo Mac?as, en
quien parece haberse encarnado todo el aticismo de los cl?sicos orado
res atenienses; y su breve discurso?nueva loa del Maestro= puso
digno remate a la fiesta con esta expresiva conclusi?n: ?Nuestros
padres gritaban, al entrar en las batallas: ?Santiago y cierra Espa?a!
Nosotros, los luchadores de la pluma, debemos gritar: ?Murgu?a, y
ens?nchese Galicia!
El Sr. Mac?as fu? objeto de una clamorosa ovaci?n, como lo
hab?an sido tambi?n todos los dem?s se?ores que cooperaron al mayor
?xito del homenaje.
El popular coro orensano De Ruada hab?a iniciado la solemnidad
con una de sus t?picas foliadas, colocado al fondo del sal?n, bajo la
bandera azul y blanca de Galicia, en uni?n del notable coro de Mon
dar?z Agarimos da Terra, y ambos dieron fin al acto cantando unidos
el Himno Gallego que la concurrencia, puesta en pi?, escuch? con
religioso silencio.
Con actos literarios como los de Mondar?z, que no est?n ni pueden
estar al alcance dedos esp?ritus fr?volos y de las mentalidades de bajo
vuelo, el nombre de Galicia va ganando todas las conciencias sanas y
va penetrando en todas las almas nobles. ?
ELADIO RODR?GUEZ GONZ?LEZ. ?
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