3:.
bolet?n de la Real ycademia Gallega 27
agranda y adquiere m?s brillantez y relieve con la muerte, apareciendo
a nuestros ojos rodeado de los m?s claros prestigios y de los m?s altos
merecimientos. De muy joven cifr? todas sus delicias en el cultivo de la
` historia, y en el Heraldo Gallego, de Lamas Carvajal, y en la Ilustraci?n
Gallega y Asturiana, de Alejandro Chao, public? sus primeros ensayos
de investigaci?n en campo tan frondoso y dilatado, y persuadido de que
tal era su vocaci?n, consagrose tan de lleno a tan provechosos estudios,
1 que hizo de ellos la profesi?n de toda su vida, por tal manera, que
apenas habr? peri?dico o revista de alguna importancia publicados de
entonces ac? en Galicia, donde no aparezca su nombre al pie de alg?n
notable trabajo hist?rico, o de alg?n curioso documento in?dito.
Los venerables tumbos monacales, los reales diplomas, los ratonados
legajos notariales ejerc?an sobre ?l una atracci?n irresistible, y al coger
en sus manos un viejo pergamino, al desdoblarlo y extenderlo, para
comenzar su lectura, hacialo con tal pulcritud, con tan exquisito cuidado,
que rayaba en religioso respeto. Cargado de notas, extractos y transcrip
ciones, encerr?base en su biblioteca, rica en obras raras y curiosas
relativas a Galicia, y fruto sazonado de sus estudios son libros tan intere
santes.y tan bi?n documentados como ?El r?o Limia?, ?Guerra Hispano
Lusitana?, ? El Pontificado Gallego y Cr?nica de los Obispos de Orense ?,
?Armas de Orense?, ?Orensanos ilustres?, ?Los jud?os en Orense? y
E ?Efem?rides para la historia de Orense?, en todos los cuales resplandecen,
al par que su vasta erudici?n y su amor entusiasta a las glorias y gran
dezas pret?ritas de la tierra que le vi? nacer, su esfuerzo tenaz y perse
verante por mostrarse digno de los t?tulos que ostentaba de Cronista de
Orense y su provincia, vocal de la Comisi?n provincial de Monumentos,
? individuo de N?mero de nuestra Real Academia, y Correspondiente de
la Real de la Historia. .
La Comisi?n de Monumentos fu?, en los ?ltimos lustros de su vida,
el centro, por decirlo as?, en torno del cual gir? toda su actividad, el
l objeto preferente de sus afanes y de sus amores, y no es el menor, ni
el menos estimable de sus t?tulos a la admiraci?n y gratitud de los
orensanos el haber contribuido con la m?s decidida voluntad y el m?s
fervoroso empe?o a la reorganizaci?n de tan interesante instituto, cuando
1
apenas daba muestras de vida; a la creaci?n del Museo Arqueol?gico .
provincial, cuyo enriquecimiento procur? por todos los medios, y a la
fundaci?n del Bolet?n, ?rgano de la Comisi?n, en el cual colabor? tan
asiduamente durante los veinticuatro a?os que lleva de existencia, que
raros son los n?meros que no haya honrado y avalorado con sus escritos..
Si su muerte ha sido una gran desgracia, nunca bastante lamentada,
i
t
1
I
J