16o joletfn de la Real ylcadem la Gallega
escud? de nuestra capital, aunque un poco mutiladas algunas de las par
tes mas salientes del adorno y el peffasco sobre el que se asienta la torre,
y algo rozados otros importantes detalles de su labra. Todos ?stos desper
? fectos fueron ocasionados, no por la acci?n del tiempo, sino por el poco
.cuidado e inter?s puestos por los encargados de efectuar sus probables
diversas traslaciones.
Del estado de conservaci?n del escudo, dar?, en conjunto, una idea
bastante completa, 'la l?minafotograbado que acompa?a al trabajo. Sus'
dimensiones, son: ancho, 72 cent?metros; alto, 84;y el espesor de la
piedra, entre 16 y 19 cent?metros excluyendo la parte labrada.
Expuesto todo lo que antecede a modo de introducci?n, , pasemos
ahora a.dar cuenta de la primitiva procedencia del escudo y de las parti
cularidades que en el mismo hemos observado.
Seg?n informes recogidos del donante y de su familia, el escudo de
que estamos tratando, fuera adquirido?en uni?n de algunos capiteles y
columnas, por D. Tom?s Pardo Soto, t?o de la esposa del Sr. Luard (i),
fallecido en 1883, a la edad de 59 arios, y proced?a de un edificio p?blico
demolido en esta capital.
Varios fueron los edificios p?blicos que existieron en el pueblo, unos,
pertenecientes al Real Patrimonio, o sea, como ahora decimos, al Estado,`
y otros, de la propiedad del Municipio.
De los primeros, escasas son las noticias que se conservan, pero para
nuestro objeto, no nos son muy necesarias. Lo que nos interesa hacer
constar, es, que todas las construcciones de car?cter oficial en ?pocas anti
guas, al menos en lo que a la Coru?a se refiere, ostentaban en prefe
rente lugar, las armas del Rey, o las de la ciudad, seg?n los casos.
En los edificios del Estado, se fijaban siempre, sin excepci?n alguna;'
las armas reales, y, por lo regular, al lado de ellas, o dentro del mismo
escudo, las de Galicia. Cuando dichos edificios ten?an car?cter militar,
los Capitanes Generales, en cuyo tiempo se erig?an, sol?an agregar a los
anteriores, los escudos de su casa y apellidos.
De esto son prueba fehaciente algunos de los monumentos que aun
permanecen en pie, entre los que se cuentan la antigua Casa de Moneda,
El Sr. Pardo Soto deposito el escudo en el patio de la mencionada casa de la calle
Real, de la que era propietario, casa que de ?l hered? su citada sobrina.
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