208 BOLETIN DE LA REAL .ACADEMIA GALLEGA
Del cerco de la Rochaforte habla L?pez Ferreiro (51) y hasta
explica brevemente todo su proceso y su fin. Era el alcaide
de .la fortaleza Alvaro Sanchez de Avila, quien no dejaba en' paz
a los rebeldes que 'se hab?an apoderado,,de Santiago. Estas':hos
tilidades eran tan duras y frecuentes . que los compostelanos se
ve?an mal para aprovisionarse de'lo'm?s necesario; y, ?por:,eso y
porque era verdaderamente afrentoso que un enemigo tan redu
cido les tuviese en continua alarma, convinieron un?nimemente
todos, y el conde de Trastamara el'primero, en' cercar el castillo
de Rocaforte hasta reducirlo a minas y'polvo. En efecto,'.los
rebeldes apoyados. por 'las' milicias de los `'Concej?s de Santiago,
Muros 'y Noya se presentaron ante la fortaleza, "abrieron fosos,
levantaron ` empalizadas, montaron ` trabucos ' o m?quinas para
lanzar piedras, y construyeron otros aparatos b?licos" de aqu?
llos tiempos, y empezaron a ponei por obra sus intentos. Todo.
est? ten?a lugar por los dins en que Enrique 4.? enviaba las dos
cartas ` ?ltimamente rese?adas, , y as? hay coincidencia b?stante
con la fecha de la tregua firmada entre los de Santiago y los de
? la Rochaforte, 3 de septiembre de 1459; pues, aun cuando est?n
estos hechos separados portres meses escasos, y es de suponer
que, al escribir el Rey estas cartas, ya llevasen alg?n tiempo
en lucha, sin embargo, tal duraci?n no es larga y, a. lo sumo,
lo que demostrar?a ser?a la valent?a de los castellanos de Ro
chafuerte (52).
De he?ho no consiguieron tomar la fortaleza ni rendirla; por
eso vinieron a una tregua el 3 'de septiembre, cuyas condiciones
y tr?mites con todo detalle se encuentran en el mentado Archi
vo arzobispal, pero que por brevedad omito. No hay, pues, que
confundir este sitio con el otro de tiempo posterior, en la gue
rra de los Hermandinos, en el cual, si bien continuaba al frente
el mismo alcaide de la fortaleza, Alvaro Sanchez Vila (o de Avila,,
como dice L?pez Ferreiro), el resultado fu? totalmente. distinto,
acaso por ser muchos m?s los sitiadores y porque la rodearon
por todas partes, la atacaron furiosamente y as? la tomaron y la
destruyeron, a pesar de la heroicidad de los sitiados, la solidez
(51) L. F.: Historia..., p. 230.
(52) L. F.: D. Rodrigo..., p. 45 y sig.