BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA 319
dogm?ticas y can?nicas acerca del origen y evoluci?n de las indulgencias,
lo mismo que yen punto a su naturaleza, eficacia y uso, como tambi?n lo
tocante a la potestad de otorgarlas, pretende investigar ?nicamente las
indulgencias que a lo largo ? de los siglos han sido concedidas por la Santa
Sede a la Orden Ser?fica, al propio tiempo que su actual vigencia. La
materia ser? desarrollada desde el punto de vista hist?rico y can?nico.
No ser? la obra un sumario propiamente dicho, ni menos un elenco de
indulgencias para utilidad de los fieles, sino m?s bien un estudio hist?
ricocr?tico de las indulgencias concedidas a la Orden Ser?fica, a fin de
que los eruditos puedan prestar un racional asentimiento a la verdad
de tales indulgencias,
Bajo el nombre de Orden Ser?fica abraza todas las ramas que mili
tan debajo de la bandera del Patriarca san Francisco y gozan por mu
tua comunicaci?n de las indulgencias y frutos 'espirituales, conforme a la
concesi?n otorgada por el santo Pont?fice P?o X, en 17 de mayo de 1909.
La primera parte, De la s indulgencias de la Orden Ser?fica en general,
trata de las fuentes de las indulgencias franciscanas, investigando el
hecho material, hist?rico, de cada una de las concesiones, es decir, . si
en efecto fueron concedidas, y el elemento formal de las mismas, o sea
el valor jur?dico de cada una de las concesiones, si no estaban tocadas
del vicio de nulidad. Estudia las Colecciones, los Sumarios, el valor de'
las concesiones en general y por comunicaci?n o confirmaci?n, y final
mente las revocaciones (cap. IV). Ampl?sima materia para ser reca
pitulada en contadas l?neas, interesante de por s?, poco atractiva sin em
bargo para la mayor?a de los leyentes, que saborean mejor las cosas
concretas y de pr?ctica utilidad. Por esta : causa no haremos m?rito de
las distintas Colecciones y Sumarios, 'que el diligente rebuscador de
bibliotecas y archivos ha recogido pacientemente en su libro exhaustivo,
por no decir definitivo.
Como estudio doctrinal merece recordarse el art?culo sobre las fuen
tes de las indulgencias en com?n, conviene a saber, todos aquellos es
critos, por los que venimos en conocimiento de las indulgencias concedidas
y merced .a los cuales conocemos directamente su concesi?n y origen.
Muy oportunamente trae a colaci?n el autor las nueve reglas que la Sa
grada Congregaci?n de Indulgencias public? para distinguir las verdade
ras indulgencias de las falsas y. ap?crifas (p. 1822). Notemos que las Co
lecciones peculiares de la Orden Ser?fica no suben m?s all? del si
glo xvi, habiendo sido la primera la que lleva el r?tulo Monumento Ordi
nis Minorlim, debida, por cierto, a la provincia espa?ola de Santiago,
bien que publicada en Salamanca el a?o 1506 a expensas del honorable
caballero Juan de Porras.
Al hablar de las concesiones de indulgencias a favor de los difuntos
(p. 95101), hace constar que si bien los cristianos acostumbraban ya
en la Edad Media a aplicar privadarnetnte indulgencias propiamente dichas
por los difuntos, como se parece claro por las indulgencias de la Por
ci?ncula, con todo la primera concesi?n aut?ntica de este g?nero fu?
otorgada por el papa Calixto III, a comienzos de 1457 en la Bula de
Cruzada al rey de Castilla, Enrique IV, piara la guerra' contra los moros.