BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA 125
en su fondo conten?a una capa de fin?sima tierra negra, como
cenicienta, mezclada con carbones. Y al nivel ya del suelo
natural descubrimos otra tosca laja menor, de 1'05X 0'57 me
tros, tambi?n yacente, pero en sentido cruzado con respecto a
la primera y superior, que tapaba una especie de recept?culo ?
de unos 0'40 de fondo, formado en el mismo terreno a ma
nera de inferior escondrijo, relleno tambi?n de tierra negra
muy fina con aspecto ceniciento, y nada m?s. El correspon
diente croquis que acompa?o (Fig. 1.a, n.4 20) completa y
aclara esta descripci?n de la tumba.
Realmente no podemos calificar de cl?sico dolmen esta
singular construcci?n tumular, que nada tiene de gran mesa
de piedra, ni siquiera de megal?tica, porque las toscas lajas
que la forman son de escasas proporciones. En las conclu
siones que van al final del Inventario la comprendo entre los
hemid?lmenes, como evoluci?n degenerativa del dolmen. Y en
cuanto al escondrijo abierto en el terreno natural, recordare
mos que el galgal de Man?erHoech, en Locmariaker (Mor
bihan), que trae el Mus?e Pr?historique de los hermanos
Mortillet (edici?n de Par?s de 1881) con el n?mero 572, tam
bi?n presenta la c?mara, como cosa excepcional, en el sub
suelo. Caso que igualmente se da en algunos otros t?mulos
estudiados por G. Bonsor en el valle del Betis, seg?n puede
verse en su libro Les Colones Agricoles Preromaines (Pa
r?s 1899)
Al SW. de ?ste un corto trecho, en el mismo extenso
Campo da Armada donde la fe de nuestros antepasados ha
erigido la capillita del Socorro, as? como a unos.100 metros
de distancia, punto se?alado por los naturales como lugar de
otro encanto, se conservan los restos del t?mulo se?alado con ?
? el n?mero 21. Cuando hemos ex?avado el anterior, hall?base
tan cubierto de apretado matorral por aquella parte que no
? pude verlo; pero tiempo andando que tuve ocasi?n de volver
a cruzar por all? con el monte quemado (incendios intencio
nados que con frecuencia se practican abusivamente en las
monta?as de este pa?s para mejorar los pastos, siendo enton
ces cuando mejor pueden descubrirse bien los t?mulos m?s
rebajados, por quedar el campo libre de toda vegetaci?n)
pude advertirlo, mas tan destruido, que poco restaba de ?l.
El n?mero 22 se encuentra en la misma arista de la mon