66 Dolet(n de la Real Academia Galtega
central de la Necr?polis, hablaron elocuentemente el Presidente del
?Instituto de Estudios Gallegos*, Sr. Cas?s, y el Sr. Carr?, en nombre
de la ?Irmandade da Fala), ensalzando la significaci?n del homenaje,
con lo que se did ?ste por terminado.
EN ORENSE
En el Teatro Principal de Orense, y organizada por la Escuela,
Normal y el Ateneo de aquella ciudad, se efectu? una brillante velada
en honor y recuerdo del ilustre vate.
Los Sres. Otero Pedrayo y Risco pronunciaron elocuentes discursos,
estudiando diversos aspectos de la personalidad literaria de Curros
Enr?quez, mereciendo ambos el un?nime aplauso de la distinguida
y numerosa concurrencia.
La bella se?orita Maria Luisa Romero cant? de modo exquisito
varias melod?as de Curros, siendo tambi?n aplaud?d?sima.
Y cerr? la velada, en la que fueron le?das adhesiones de todas
las entidades culturales de la regi?n, el delegado especial de esta Real
Academia e ilustre m?embro de la Corporaci?n Dr. D. Marcelo Macias,
pronunciando la hermosa oraci?n de la que nos complacemos en
reproducir los principales periodos.
Dijo el Sr. Macias :
?Se?oras, se?ores:
La Comisi?n organizadora me ha invitado atenta y carifiosamente
a contribuir con mi presencia y con mi palabra a este homenaje de
admiraci?n al excelso poeta Curros Enr?quez, y en acceder a sus deseos
tengo tanta mayor complacencia, cuanto que la amistad que con ?l me
uni? en los ??ltimos a?os de su vida, parece como que me compele y
obliga a poner una nota on el concierto de alabanzas que con tan fer
voroso entusiasmo aqu? se le han dedicado, y al cual me adhiero en
nombre de la Real Academia Gallega y del Centro Gallego de Madrid,
que me han dado el honroso encargo de representarles en este acto.
Y bien las merece, en verdad, quien es una de las m?s altas glo
rias y de los m?s grandes prestigios del renacimiento de la literatura
regional, que comenz? a mediados de la pasada centuria con la publi
caci?n del Album de la Caridad, renacimiento glorioso, que no tiene
sus origenes, como pudiera creerse, en la poes?a trovadoresca galaico
portuguesa de los siglos medios, de los tiempos en que, como dice un
insigne escritor gallego, el esp?ritu gallego, encarnado en la colosal