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J oletin de la Real Academia Gallega 157
en la industria, el comercio, la agricultura, en el desenvolvimiento
cultural de este pueblo, desde la prensa hasta el libro y desde el foro
hasta la escuela, no resultaba completa todav?a hasta que se fundaron
esas veinte o treinta peque?as Sociedades de Instrucci?n, creadoras de
escuelas gratuitas en el terru?o, fomentadoras de centros escolares de
corte moderno, vigilantes defensoras de la ni?ez gallega, hasta hace
poco abandonada por los gobiernos, condenada a la ignorancia, al cabo
juventud emigrante, que ven?a a ser en estas tierras de la libre Am?
rica sustituta del . esclavo negro, m?quina de trabajo ,mal retribu?do,
materia de explotaci?n y objeto de ludibrio. Una sola frase, gr?fica,
pero dolorosa, reasume la odisea del inmigrante infeliz; para muchos,
para miles .de antillanos, todo peninsular es. un GALLEGO; despec
tivamente se ha repetido hasta la saciedad ? ESTOS GALLEGOS... !
Y, sin embargo, ellos sudaban bajo el ardiente sol del tr?pico en las
carreteras o bajo el peso de los fardos en el muelle, y ellos comerciaban,
y estudiaban, y levantaban hogares cubanos y daban a mi tierra hijos
y nietos ilustres por el saber y grandes por el amor a la patria nativa.
Eso va modific?ndose; eso desaparecer?, y por lo menos los hijos ?
de las cuatro provincias del Noroeste en lo porvenir vendr?n a Am?
rica en menos n?mero, pero m?s preparados ; y lo mismo en la Naci?n
coloso Estados Unidos, que en la porci?n del Continente que un pon
tevedr?s descubri? y Espa?a pobl? y glorific?, ellos no vendr?n a ser
explotados y menospreciados, sino a competir con los americanos en
industrias, comercios, intelectualidad y ciencia, como los alemanes, por
ejemplo, van a todas partes del mundo; como los yanquis, al I.mparo
de lag leyes internacionales, conscientes de sus derechos y aptos para
todos los empe?os. Y ello merced a la obra magn?fica de esas institu
ciiones culturales gallegas.
Todav?a no era todo en la maravillosa labor vuestra. Todav?a no
resultaba perfectamente vigorizada la solidaridad regional; no estaba
fresco, y pujante el sentimiento provincial; faltaba un nexo poderoso,
un v?nculo com?n, a la vez exclusivamente gallego: la conservaci?n
de ideales y de ensue?os tradicionales, de aspiraciones seculares a la
libertad, y un sello de amor inconfundible y eterno: el idioma vues
tro, tan dulce y expresivo, tan armonioso y bello, ese cuyo origen se
pierde en la noche de los tiempos; la RICA FALA en que tantos y
tantos insignes bardos cantaron las bellezas incomparables da la Suiza
Espa?ola y tradujeron las quejas just?simas y las ansias de regene
raci?n de sufridas, pero no serviles, generaciones.
Ep?logo de esa admirable historia de la colonia fu? la fundaci?n
de nuestra Asociaci?n Iniciadora y Protectora de la Real Academia