Botet?n de. la Real Academia Gallega 219
abandonar un prop?sito en el que ?nicamente se obtiene como recompensa el
abandono y la burla.
Pudiera tal vez creerse que la falta de apoyo, que la ausencia del est?
mulo, radicase en la mayor?a, a la que llega tarde y no sin vencer fort?sima
resistencia, la nobleza y las ventajas de obras como la que lleva a cabo la
Real Academia Gallega. La falta de apoyo de este elemento casi po
dr?a descontarse. Pero sucede, desgraciadamente, todo lo contrario; de
donde llega el cierzo que hiela los entusiasmos, de donde no llegan las
frases de aliento y de confirmaci?n de donde no vienen los m?seros centa
vos mensuales es de las cumbres, ,es de los intelectuales, es de los con
sagrados, de los que pueden enorgullecerse con honrosos t?tulos que a m?s
le obligan.
No estamos tan vueltos de espaldas a la realidad que desconozcamos
cuan dif?cil es la lucha por la vida y dentro de ciertos ?rdenes que amargo
y triste es actualmente sostener rangos y prestigios; pero por esta misma
gravedad cuando hay buen deseo, cuando se quiere reparar en los generosos
esfuerzos, cuando no son palabras vac?as de sentido el amor a los suyos, el
sentimiento patri?tico y el ansia de que se mejore y perfeccione lo propio,
colectivamente se allega el remedio, que para hacer f?cil lo que individual
mente ser?a costoso o imposible, para acrecentar est?mulos, para dar calor
a desinteresadas actuaciones, ah? est?n fuertes y prestigiosos los Centros
Regionales, que comienzan a dar se?ales de que ya tienen lo que de antes
carec?an: alma, esp?ritu, y solamente cuando se hallan en posesi?n de sen
timientos, es cuando pueden comprender y apreciar lo que cuesta y lo que
significa la obra desinteresada y generosa nue realizan los que est?n al frente
de la Asociaci?n Iniciadora y Protectora de la Real Academia Gallega, que
nada piden para s?, que nada materialmente emplean y guardan, que no
disponen de otra riqueza, que la de su amor entra?able a Galicia y que pi
den solamente que en los jardines donde pudieron cortarse flores para Dante
y Beatriz, se corten tambi?n para Feij?o y M?ndez N??ez, Rosalia Castro,
Concepci?n Arenal y Emilia Pardo Baz?n
Y mientras ese apoyo social no llegue en forma de subvenci?n, que no
dudamos ha de concederse, pues ya cuenta la Asociaci?n con honrados,
tercos y' elevados patriotas que habr?n de saber llegar al coraz?n de los
legisladores, en sus Asambleas, urge recabar la ayuda de los gallegos que
lejos de la patria, ans?an que ella conserve su genio, su lengua, sus monu
mentos, su m?sica, el culto a sus glorias, que esta es la obra colosal que la
Academia Gallega realiza y para ello la Asociaci?n Iniciadora y Protectora
est? remitiendo por correo cartascirculares solicitando la inscripci?n de
nuevos asociados y seguros estamos que ning?n buen gallego dejar? de res
ponder a ellas.
Grande es lo que se hace, poco lo que se pide para continuarlo y una vez
podr?n los sostenedores de este benem?rjto organismo, congratularse de
haber llamado en hora oportuna al Centro Gellego y a los gallegos que en
verdad son gallegos.
Dicho escrito publicado en el Diario de la Marina mereci? las cordiales Y
enaltecedoras, al par que just?simas frases siguientes, en otro trabajo en el
mismo "`Diario", titulado: