Bolet?n de la Real Academia Gallega 243
rativa, que se mira en los costados de la arqueta y entre dos filetes
que encuadran los tableros; pero no s? por qu?, que extra?a que,
debe de existir entre tales escenas cineg?ticas, y las del mismo car?cter,
de que habl?bamos los reunidos ante la portada del caf? de M?ndez
N??ez, cuando acudi? ? mi memoria el recuerdo de nuestra, charla y.
el de algunos monumentos caracterizados por an?loga decoraci?n
En esta pieza de evoraria ?rabe, las escenas representan lances de
alta monter?a. Se trata nada menos que de cazar. leones. Los cazadores
son infantes, y llevan una lanza corta especie de largo venablo, como
?nica arma. Visten el traje guerrero de los del X, que consiste en un
capacete, en una loriga de malla bajo un sayo corto, y, calzado, del que
suben anchas correas entrecruzadas que defienden la pantorrilla. Un
le?n devora ? un cazador, mientras otro le acomete: otro le?n huye con
el dardo clavado.
Dejemos ? los eruditos que nos digan como se compagina la pro
hibici?n alcor?nica de representar la figura humana, especialmente, con
esta` clara transgresi?n del precepto dicho (y con otras machas, como por
ejemplo, las pinturas de la Alhambra),. y vengamos ?. nuestro. tema.
Dec?amos ayer, mejor. dicho, mi ilustre maestro y amigo Murgu??, T?os
dec?a ayer, como ya lo hab?a dicho hace bastantes a?os, que ciertas re
presentaciones cineg?ticas de algunos monumentos gallegos,, tienen un
car?cter simb?licom?stico: y yo, ? quien sugestionan la autoridad y la
persuasiva palabra de Murgu?a, llegu? ? mirar., con cierta curiosidad e
insistencia esos monumentos, y aun me d? ? la rebusca de comenta
ristas acerca del simbolismo cristiano en la Edad Media. Y al cabo de
tales escarceos, he aqu? mis dudas y mis conclusiones tambi?n.
En el lucernario del cementerio de Santa Mar?a a Nova, de la inte
resant?sima villa de Noy.a, hay dos relieves que describe as? mi reve
renciado maestro: ?Por extremo curioso, se?alamos el templete ? fanal
?de cementerio que se levanta en el campo de la izquierda, y cuya cons
?trucci?n no pasa del siglo xvi (creo que hay aqu? error de imprenta,
?pues donde dice siglo xvi debe decir siglo xiv). Cuatro pilastras sos
?tienen un friso en el cual encajan y se afianzan las losas que forman
?el techo ? pabell?n. ?Para qu? serv?a? Indudablemente ten?a un des
?tino funerario, porque de los cuatro lados del friso, dos se presentan
?adornados con importantes bajorelieves: el que da frente al monu
?mento con grandes rosas y las cuatro fases de la luna: el de la parte
?opuesta con una composici?n harto aleg?rica, cuyo verdadero sentido
?haya que buscar tal vez en las antiguas creencias ?rias, tan caras al
?coraz?n del gallego. Un animal huye, llevando clavado el dardo, de los