BOLET?N DE LA REAL ACAUEr1IA GALLEGA 107
un ventanal ~~de cl?sico corte coronado por 'front?n recto, apare
ciendo asentaldo todo sobre un basamento que"'se decora eon hor
nacinas que admiten esculturas de' menuda'`escala y;dejan al
centro el escudo del fundador." Otras esculturas flanquean el .ven
tanal y rellenan eon sus doseletes los intercolumnios.' El ?lemento
terminal es obra relativamente reciente.
No es dif?cil reconocer a esta portada un precedente artistico
en la del Colegio de Fonseca o de Irl?ndeses en Salamanca, de
4527. Debiidos ambos edificios a la magnificenci? del " mismo~
prelado, lo fu? igualmente su proyecto o~ cuando.' menos su cons
trucci?n a los mismos artifices, destacando sabre todo la ten
dencia purista de Covarrubias.
Ahora bien, esta identidad tan precisa. en las dos portadas no
se repite, en cambio, en los patios. Siendo el de Salamanca uno
de los patios m?s bellos del Renacimiento . ?spa?ol, como dice
Ca?n?n, mu?strase 'el de Compostela'm?s recoleto, pero tamb??n
tratado con un m?s ampl?o anhelo expresivo, que cristaliza en
sustanciosos aspectos decorativos de clara estirpe plateresca.. Las`
arcadas rebajadas del " cuerpo se apean . sobre finas co
lumnas prism?ticas de liso neto y capiteles de labra renaciente
ligeramente variada, cubri?ndose las enj?tas con esculpidos me
dallones. El segundo cuerpo con arcos escarz?n?s y'apoyos linos
que asientan sobre balaustrada aparente, ,proporciona su trazado
a un sereno y reposado ritmo de acusaid? horizontalidad, gra
ciosamente acentuado por la recortada,crester?a p?trea que co
ron? el conjunto y se corta en los tramos por esbeltos flameros.
Arcos cruzados, capiteles, medallones, escudos, g?rgolas y
crest?r?a, todo responde a la ?cci?n de una personalidad art?s
tica diferente a la del patio de Salamanca. Fu? ?ste iproyectado
por Diego de Silo? y dirigida su construcci?n por Juan de Ala
va (14), en tanto el patio compostelano acusa bien claramente el
italianismo de Covarrubias. Puede decirse que sobre la confusa
y prol?fica acci?n conjunta de l?s maestros del grupo salmantino,
flota con frecuencia una individualidad que sometida a un dote
nido an?lisis resulta ser la de Covarrubias; y es en esta obra del
Colegio de Fonseca en Compostela donde la personalidad alu
dida parece aislarse con en?rgica .precisi?n. Puede ser, pues, que
aquellas reformas a que alud?a en el contrato don Alonso de
(14) J. CAM?N AZNAI't. op. cit.