60 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
Galicia, sin decirlo, "costa verdecente" donde abundan los "ru
morosos", s?mbolos del pueblo guerrero celta que, cuando caen
tronchados por los "duros machados", esparcen sus semillas de
las que nacen nuevos reto?os m?s lozanos y de mayor br?o. De
nuevo (Pondal recurre al lenguaje simb?lico para describir c?mo
el pueblo gallego, a trav?s de la historia, fue reducido por dife
rentes medios, pero siempre se recuper? y continu? la lucha
por su existencia vital y cultural.
Do teu verdor cinguido
E de benignos astros
Conf?n dos verdes castros
E valeroso chan,
Non d?s a esquecemento,
Da injuria o rudo encono;
Desperta do teu Bono
Fogar de Breog?n.
La personificaci?n creada por el poeta adquiere una actitud
parlante y exhortativa. Hablan los pinos y contestan a esa in
terrogante que el poeta hiciera en la primera estrofa. Pero su
contestaci?n no se dirige a un individuo ni al poeta, sino a
toda Galicia a la que ahora se le llama simb?licamente "Fogar
de Breog?n", de ese Breog?n de que nos habla el Leabhar
Gabhala y que el poeta conoc?a. Y si este personaje semim?tico
se tiene como el fundador de la naci?n y pueblo irland?s, Ga
licia fue siempre considerado su hogar, y en ella quedan top?
nimos que lo acreditan. Por eso Pondal, al estructurar su mito
celta, se vali? de este personaje, considerando nuestra patria
como el lugar donde tuvo su residencia Breog?n, que es lo' mis
mo que decir tierra celta, diferente de las dem?s de la Pen?n
sula Ib?rica.
Esas voces trascendentales procedentes de la protohistoria
celta encuentran su encarnaci?n en los "pinos" que las simbo
lizan, y exhornan, a trav?s de ellos, al pueblo gallego dici?n
dole que no olvide las injurias y malos tratos recibidos de gen
tes ajenas a Galicia, contra las que deben rebelarse y pedirles
cuentas.