. . . .. . . . .. . . . ?... . , .. .., . :
366 , BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GAL'IiEGA
jornada de ?El rufi?n dichoso?; dice de Sevilla; por boca de
? uno de los interlocutores: Oue es tierra do la semilla ?
IIolgazana se levanta
Sobre cualquier otra planta ?
Oue por virtud maravilla?
Y respecto al ufano " e?hibirs?` de la .valent?a sevillana,
?c?mo olvidar que Vicente Espinel, que es el protagonista de
su novela titulada '?Relaciones de la vida del escudero: Mar
cos Obreg?n?, dice en ella, refiri?ndose al a?o de 157$, en
? que vivi? muy a lo p?caro, ' 'de la ciudad de la 'Giralda : .? que
hab?a entonces una especie de gentes que ni parecen cristia
nos, ni moros ni gentiles, sino su 'religi?n es . adorar ,a la
' diosa Valent?a...? ,
? Y el propio Quevedo ?n una de sus fuertes s?tiras dice:
.:.Los andaluces, de valientes, feos,''
cargados de patatas .y cceos.
' (rPoema'heroico de 1a? necedades y locuras de Orlando el Enamorado ?)
?Y qui?n con m?s vivos colores pinta la picaresca de ,
Sevilla sino el sevillano Mateo Alem?n; en su ? Guztn?n (le
Alfarache? ? ?Iz qui?n COMO ' ?l describi? con tollo desemba
razo la corrupci?n de las costumbres; y' especialmente? el
desbarajuste e inmoralidad (le la administraci?n de justicia
en su ciudad natal, donde Mateo Alem?n ;aconseja a los que
se vieren sometidos a causas criminales ?que al juez, . dorar
le los libros y ; al escribano, ha?erle; la pluma de plata, y
echaos a dormir, que no, es necesario procurador ni Je
trado? ?
Y revisad el magn?fico ?Discurso prelimiri?r ? del sevillano
Rodr?guez Mar?n, en su notabil?simo estudio sobre ? Rinco
nete y Cortadill?, de Cervantes, y all?, adem?s, de las refe
rencias que quedan anotadas, advertir?is, c?mo se describe la
relajaci?n de costumbres, ?specialmente acentuada en Sevilla.
?1 a qui?n se le va ? ocurrir pedir cuentas al muy ilus
tre pol?grafo por haber divulgado tales desventuras 'de la
vida 'de la ciudad de la Giralda?
Aparte de la noci?n que de los ?:sevillanos se ofrece en
?
?