BOLET?N.,DE? iA"RE?L JACADEMIA (?GALLEG41.i 20I L
.'~1'=? Indudablemente tiene raz?n .'e1iP;l+Felij?o'%al 'ac?saren los t?rminos en
que ,lo'. efectu?' a los autores de falso' testimonio,' y'asi se ha significad&
ya en= las legislaciones , m?s { rudimentarias, de.:los~ antiguos tiempos; :; s
:?F?;;!Recu?rdeseaquet en el ,titulado m?s r antiguo C?digo .Piedetentim acuriis
saecularibus ?d!ecclesiasticas: pervenisse (Schmier= ,in: Supiera, ad lib. V
decreto). Recuerda el P. Feij?o el dictamen del; doct?simo Padre Claudio:
Lacrois en su primer tomo de ?Teolog?a Moral?, contrario al empleo de,
la tortura, y de acuerdo con su criterio reconoce que el no confesar.
en el tormento depende del valor r . para', tolerarlo. ; Y pregunta: b El
dolor ! para tolerarlo depende de la inocencia del que est? : puesto en 'la
tortura? Es claro que no, 'sino que procede de ,la valent?a de esp?ritu
o robustez de ?nimo que tiene.
Al censurar el Ilmo. Fr. Francisco Folch de C?rdoba, colegial mayor
que fu? de , Alcal?, el tomo VI del ?Teatro Cr?tico? y al hacer
referencia a la ?Paradoja?, : que manifiesta ser la tortura in?til para
descubrir la verdad alega interesantes observaciones complementarias.
Conocen '1a' dificultad muchos jueces, confes?ndose alguno de singular
voto . en el punto, que cuando los m?s le negaban en la tortura el
delito, : con blandura' y suavidad interrogados, sacaba la verdad en
limpio. Sin .m?s potro, que el .materno afecto, descubri? la verdad
Salom?n.
f:.