268 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
?Tal es el campo abierto a los capitales y a la actividad de las em
presas que se propongan construir y explotar esta v?a f?rrea. Los ricos
? minerales, los productos vegetales de todas clases, los excelentes gana
dos, la abundancia de pescados, hacen de Galicia un venero de riqueza
que los ferrocarriles est?n llamados a fecundizar, dando verdadera vida
comercial a las poblaciones de la costa, que desde las bocas del Eo a las
del Mi?o presenta un conjunto admirable de puertos sin rival en Eropa.
A fin de contribuir a que todo esto sea conocido y apreciado cual se*
merece dentro y fuera de Espa?a, ruego a los se?ores diputados se sir
van tomar en consideraci?n el proyecto de ley que he tenido la honra
de apoyar...?
M?s adelante, prosigue en estos t?rminos:
?Espa?a tiene comprometidos?I.800 millones para subvenciones de
ferrocarriles; las provincias de Galicia pagan la s?ptima parte de una de
? las contribuciones generales, la duod?cima parte de otra; y estando nos
otros desheredados hasta ahora en materia de ferrocarriles, ?tenemos.
derecho o no a pedir la parte al?cuota que nos corresponde en el reparto
de subvenciones? Es posible que dentro de a?o y medio se vaya en
ferrocarril desde Madrid a Santander, San Sebasti?n, Tarragona, Carta
gena, M?laga, C?diz y Lisboa, como se va ya a Bilbao, Barcelona, Va
lencia y Alicante. ?No tenemos derecho a preguntar cu?ndo se ir? a
Galicia?
?Se trata, se?ores, de la octava parte de los espa?oles, que vienen a
? pedir lo . que como a tales se les debe: que sus hermanos les ayuden,
como ellos les han ayudado. Si esto no es justo, yo no s? lo que es
? justicia en la tierra. Tengan en cuenta, adem?s, los se?ores diputados,
que no se atiende s?lo a un inter?s provincial, sino tambi?n al de la na
ci?n entera. Cuando vamos a tener en breve enlazada la capital de la
monarqu?a con los departamentos mar?timos de C?diz y Cartagena, el
primero de nuestros departamentos, el Ferrol, ?ha de quedar incomuni
cado con el centro de Gobierno??
Basten los p?rrafos transcritos para formarse una idea de lo que Ga
licia representaba en los afanes del diputado por Puentedeume.
e As? se comprende el extraordinario j?bilo con que Galicia le recibi?,
en justa correspondencia, con ocasi?n de su vuelta a la tierra natal en ?l
a?o de 1864.
Tras de haberle declarado La Coru?a su hijo adoptivo, recorre triun
? falmente los diversos pueblos de la comarca eumesa, en los cuales per
dura todav?a la memoria del entusiasmo con que todos le aclamaban.
Lleg? a Puentedeume el ilustre diputado, procedente de. La Coru?a,
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