40 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
Era o conde don Ram?n
que d'al? preto moraba.
En bon d?a dona Eusenda
puxo a man na herba fadada.
Seg?n nota al pie dice: "Este romance fue recogido en Rio
barba (Lugo) el d?a de San Juan de 1898 por J. G. Lo recit? la
se?ora Rosa, de 74 a?os.
Es curioso que entre tantos trozos de papel que don Manuel
Murgu?a iba reuniendo, como un conjunto de peque?as notas
y apuntes, ya para recordar un detalle, para buscar un dato,
para confirmar o desechar tal vez alguna idea, alg?n p?rrafo o
cualquier cita de ciertas obras que ?l pudiera considerar err?
nea o inexacta; cantares populares, refranes y hasta juegos,
etc., para utilizarlos en casos oportunos, hayamos encontrado
en esta ocasi?n, otra versi?n, tambi?n diferente de las ya co
nocidas, del mismo o parecido romance de "Dona Eusenda"
transcrito anteriormente, o el castellano de "Don Reinaldos". El
hallazgo de algunos de estos romances, as? en castellano como en
gallego, quiz? pudiera indicar que don Manuel Murgu?a se pro
pusiese realizar alg?n estudio comparativo entre unos y otros,
ya para determinar la ?poca de su creaci?n o bien sus cualida
des diferenciales que permitieran su clasificaci?n en cuanto a la
clase de cultura que pudieran significar cada uno de ellos o la
influencia que ejercieran entre s? de una o de la otra parte.
Sin embargo, como la vida del hombre es siempre demasia
do corta para poder llevar a cabo todas las obras y trabajos que
se propone realizar, y habi?ndose dedicado don Manuel Mur
gu?a a estudiar y escribir la Historia de Galicia, que ya por s?
sola ha sido una ingente labor que ha llenado la mayor parte de
su vida durante la cual ha tenido que luchar contra grandes di
ficultades, lo que ha impedido que pudiera lograr su empe?o
y satisfacer el ansia de cuantos la aguardaban; tan riguroso era
su trabajo que solamente ha sido publicada hasta la mitad del
tomo V habi?ndose perdido el resto del original con el desapare
cimiento de la imprenta en que se estaba editando. Una sensible
y desgraciada p?rdida irreparable para la cultura de nuestro
pa?s, no alcanzando su Historia m?s que hasta el reconocimien
to de Bermudo II como rey de Galicia y Le?n.